28 julio 2006

Cambio de pantalla


Me laaargo. Me voy por fin de vacaciones y aunque son sólo dos semanas, estoy que lo tiro. Me siento como algunas famosas, de esas que cuando se van de vacaciones se van a lugares recónditos y permancen en ellos escondidas de las cámaras, luciendo chándales inmundos, gafas de sol y un blanco nuclear... "la Liz Hurley de los pobres", como me dice mi amigo Maestro, que me quiere mucho. Pero francamente es lo que más me apetece de este mundo, huir al noroeste, convertirme en huraña durante unos días, desconectar y hacer lo que me dé la gana.

Todo se presenta de maravilla, aunque todavía me queda la incierta aventura del aeropuerto. Porque teniendo en cuenta las fechas en las que estamos (y lo gafe que puedo llegar a ser) coincidirán todo tipo de salidas y llegadas, y la espera será eterna. Una vez más tendré el pensamiento de siempre: "Si hubiese ido en coche ya habría llegado..." En fin. Pero lo tengo todo controlado, me llevo todas las lecturas posibles y estoy mentalizada de no perder la paciencia.

Una vez me tocaron tanto las narices que entré en la zona de embarque como alma que lleva el diablo, y cuando me disponía a comprar un periódico, cogí un libro (que tenía en mi lista de "leer") y me lo apropié, colocándolo en mi brazo junto al abrigo y demás estorbos. A continuación pagué el periódico y aquí no ha pasado nada. "Que os den". Pensé. Y me fui más ancha que larga con mi libro de 20 euros.

Yo soy muy mala para esas triquiñuelas, me pongo nerviosísima y no doy pie con bola, pero ese día quise cobrarme el mal rato que me habían hecho pasar en la mesa de facturación. Aunque confieso que los sesenta minutos siguientes los pasé mirando a ver si alguien venía a esposarme y a meterme en la cárcel por ladrona... Encima el libro resultó ser un pelín tostón.

Comprendo que para algunos mi plan vacacional suene de lo más aburrido, pero yo soy feliz dejando atrás este secarral durante unos días. No sumergirse en el metro será la mejor terapia, además, por supuesto, de un buen ribeiro, brisa fresca (de piel de gallina....) y buenísima compañía. Eso no tiene precio. Para todo lo demás ya está la Mastercard al rojo vivo...

Abrazos!

6 comentarios:

Rafa dijo...

Descansa. Y aprovecha ese clima que no lo hay mejor en agosto (una de las pocas cosas que envidio, un poco de Galicia, cuando estoy en Asturias en verano).

Anónimo dijo...

disfruta niña!
cada minuto...

Anónimo dijo...

me esta asustando tanto fuego...
espero que en coruña esteis a salvo.

que locura!

Anónimo dijo...

Pues va a ser que te mando un beso de ánimo el día en el que regresas al secarral manchego.
¡Que el ribeiro te acompañe!

Nos vemos muy pronto

Anónimo dijo...

Your site is on top of my favourites - Great work I like it.
»

Rafa dijo...

¿Sigues de vacaciones tan ricamente o estamos un poco vagos a la vuelta?